Déficit en La Ligua y Petorca equivale a dejar a Santiago sin agua durante 4 meses. Cortan miles de paltos a tronco y hasta los naranjos se están secando, mientras aumentan los casos de delito por pozos ilegales.. Aunque en las últimas semanas ha llovido, en la zona dicen que sólo sirve para “humedecer” el terreno. En el gobierno trabajan en varios proyectos que aportarían soluciones más definitivas, como los cuatro embalses que en etapa de diseño.
Paltos cortados a “tronco”, lechos de ríos secos, vestigios de grandes plantaciones y acumuladores de agua fuera de las casas, ya son parte del paisaje habitual para las poco más de 68 mil personas que viven en las comunas de Cabildo, La Ligua y Petorca, en la Quinta Región.
Desde hace más de ocho años que sufren con la escasez hídrica, y lo peor lo han vivido los últimos cuatro. Y aunque las recientes lluvias han ayudado, de ninguna forma son suficientes para resolver un problema que, tal como dice el ministro de Agricultura, Luis Mayol, es “estructural”.
Según el alcalde de Cabildo, Eduardo Cerda, el agua que ha caído este invierno sólo ha servido para “humedecer” el terreno, pero no para filtrar las napas o recuperar el acuífero.
El edil de La Ligua, Rodrigo Sánchez, agrega que para recuperar los niveles de las napas se necesita que lluevan unos 300 milímetros todos los años. “Debería haber casi un diluvio para mejorar la situación de un año para otro”, grafica.
El alcalde de Petorca, Gustavo Valdenegro,concuerda en que la situación sigue siendo “dramática”.
Palta, limones y naranjas… impacto del “oro verde”
El déficit de agua de los últimos años tiene varias explicaciones, que van más allá de la falta de precipitaciones. Una de ellas es que hace unos 10 años que la provincia de Petorca comenzó a desarrollar fuertemente su agricultura. Es más, hoy esa actividad acapara el 23% de la fuerza laboral que se dedica principalmente al cultivo de paltas Hass, limones y naranjas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en la comuna de Petorca un 50,4% del total de su superficie está plantado con naranjos, mientras que la comuna de Cabildo posee el 48,8% de su superficie total con paltos.
Sin embargo, basta con recorrer los valles de los ríos Petorca y La Ligua -declarados como agotados en los años 1997 y 2004 respectivamente por la Comisión Nacional de Riego (CNR)- para advertir que por sus lechos no corre agua, y que desarrollar alguna actividad agrícola es casi imposible.
En La Ligua, por ejemplo, el alcalde cuenta que producto de la sequía los agricultores han reducido en 75% su producción.
Hasta ahora el déficit hídrico del sector de La Ligua y Petorca es de cerca de 240 millones de m3/año. Una cifra tan alta, que equivaldría a dejar sin agua a Santiago durante cuatro meses.
En esta zona hay otorgados derechos de agua por cerca de 292 millones de m3/año, mientras que la recarga de agua del acuífero sólo llega a unos 52 millones de m3/año. Es una sexta parte de lo que se necesita.
El crecimiento explosivo de las plantaciones de paltas -que pasaron de 2.500 a 12.500 hectáreas en 10 años- fue básicamente impulsado por el buen retorno de este cultivo y las favorables condiciones climáticas de la cuenca en esa época. Se le llamaba incluso “oro verde”. El problema es que requiere de 3.600 litros de agua diarios por hectárea para riego. Una cifra difícil de alcanzar después de años de bajas precipitaciones.
Esta masiva demanda de riego para la agricultura ya complicó el abastecimiento de agua potable el verano pasado, sobre todo en la comuna de Cabildo, en donde tuvieron que recurrir a la ayuda de camiones aljibe.
Según el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, Felipe Martin, en Ligua-Petorca existen “4 veces más necesidades de agua que la cantidad que se puede obtener”.
Para complicar aún más las cosas, y según explica el ministro Mayol, la zona no cuenta con un río “propiamente tal” para abastecerse, sino que se trata de ramales que vienen del río Aconcagua, y que en la zona la cordillera de Los Andes tiene poca altura, con lo que la acumulación de nieve es baja y la posibilidad de deshielos casi nula.
A esto Martin agrega que en el sector “existen más de 30 años de atrasos en infraestructura de riego, como embalses, canales e infiltración subterránea, además de tecnología para administrar el recurso”.
Se multiplican los pozos ilegales: ya 456 detectados
El secretario general del Movimiento por la Defensa del Agua, la Tierra y el Medio Ambiente (Modatima), Rodrigo Mundaca, añade un elemento más: la usurpación de agua.
El agricultor Ricardo Sanhueza explica que hay instalaciones irregulares en los sectores altos de la cuenca, que no permiten que las napas subterráneas fluyan con normalidad, dejando los pozos secos de quienes están ubicados más abajo.
Este delito ha sido investigado en terreno por distintas autoridades: una comisión investigadora de la Cámara de Diputados, peritos de la Dirección General de Aguas (DGA) y el ex-gobernador de la provincia de Petorca, Gonzalo Miquel. Todo ellos han encontrado, en distintas ocasiones, drenes y pozos ilegales en los lechos de los ríos Ligua y Petorca.
“Modatima ha recurrido al Consejo de Defensa del Estado (CDE), junto con otras instituciones judiciales y fiscalizadoras. Como organización, hemos tocado todas las puertas y hemos estado en todas las instancias. Este es un delito confirmado”, señala Mundaca.
El ministro Mayol asegura que en el gobierno están muy conscientes del problema y que la situación es una muestra de la falta de fiscalización. Explica que la DGA no tiene los medios suficientes para regularizar y formalizar “una situación que se arrastra por 20 años”, pero que están trabajando para revertirla.
Pérdidas pueden llegar a $350 millones por año
Roberto Gazale, un mediano agricultor de Petorca, cuenta: “He tenido que cortar mis 100 hectáreas de plantaciones de palta hass a tronco, despedir a 11 de mis 15 trabajadores y vender mi maquinara pesada para poder sobrevivir”. En un año normal, exportaba hasta 5.000 kilos de palta.
Un caso similar es el de Sebastián Bullemore, quien pasó de tener 32 hectáreas plantadas a sólo 9. “Producía aproximadamente 530 mil kilos de palta, y ahora estoy con apenas 8 mil. Calculo que pierdo cerca de $350 millones al año. Además tuve que despedir a 5 trabajadores, sin contar los 25 temporeros que ya no contrato anualmente”, explica.
Los 4 embalses están en etapa de diseño
Tanto el Ministerio de Agricultura, a través de su secretaria regional y del Indap, junto con la Comisión Nacional de Riego, están desarrollando distintos proyectos. Como soluciones de largo plazo, hay cuatro embalses proyectados para la zona: dos en la cuenca del río Petorca y los otros en el río La Ligua: Alicahue, Pedernales, Los Ángeles y Las Palmas.
“Están en etapa de diseño y forman parte de los 15 embalses que este gobierno va a dejar a lo menos aprobados antes de terminar el período”, explica el ministro Mayol.
Además, Martin señala que se está instando a los agricultores a que se “empoderen”. agrupándose para formar comunidades que puedan fiscalizar y regularizar los derechos de agua de los productores.
El seremi de Agricultura de Valparaíso, Francesco Venezian, cuenta que están estudiando propuestas de cultivos alternativos para la zona.
Según cuenta el ministro Mayol, ya hay varios proyectos de reconversión hacia el cultivo de higuerrillas, por ejemplo. Y el gobierno está preparando un proyecto de ley que le permita apoyar obras de riego más grandes.
El alcalde de la Ligua, en tanto, cree que una planta de “osmosis inversa”, que desaliniza el agua de mar, podría ser una buena alternativa. Dice que, hasta ahora, sólo ha habido paliativos.
(LA SEGUNDA 25/08/2012)